Hacer nuestros propios macerados nos permite personalizar nuestras preparaciones.
Vamos a trabajar con dos tipos de macerados: en aceite y en vinagre.
Ambas preparaciones son realmente sencillas de realizar y ambas requieren únicamente de dos ingredientes.
Aceite macerado
🌱Ingredientes.
- Aceite vegetal. Mi recomendación es que uses el de almendras dulces. Es de los más económicos, con maravillosas propiedades y que absorbe muy bien los beneficios de la planta con la que lo maceras.
- Planta a macerar. Aquí se abre un gran abanico de posibilidades, yo te recomiendo que uses la manzanilla. Calma, hidrata, suaviza y mantiene el cuero cabelludo en buen estado. Usa una de buena calidad, de herbolario, que no sea triturada que sea en flor.
Preparación
Su preparación es realmente sencilla, aunque si necesitamos prepararla con tiempo.
Elige un envase de cristal, yo suelo reutilizar los de mermelada, asegúrate que está bien limpio y una vez esté seco, desinféctalo con un poco de alcohol, del que tienes en el botiquín.
Una vez limpio y desinfectado añade en el envase la manzanilla, puedes agregar la cantidad que quieras, dependiendo de lo concentrado que lo quieras, yo suelo llenar el envase. A continuación rellena el envase con el aceite hasta llenarlo, cierra y agita enérgicamente para que la manzanilla se impregne bien.
Ahora viene el momento de dejar que el tiempo haga su función y permita al aceite absorber todas esas propiedades, déjalo en un armario macerar durante 30 días, durante este tiempo agítalo a menudo para ayudar al proceso.
Pasado el tiempo sólo tienes que colarlo y listo!!

Vinagre macerado
🌱Ingredientes.
- Vinagre de manzana, preferentemente sin filtrar.
- Flores de Lavanda, te recomiendo la lavanda por el agradable aroma que deja en el vinagre y por sus propiedades hidratantes, sebo reguladoras y fortalecedoras.
- Papel de horno
Preparación
La preparación es exactamente igual que en el caso del aceite, salvo un pequeño detalle.
Elige un envase de cristal, yo suelo reutilizar los de mermelada, asegúrate que está bien limpio y una vez esté seco, desinféctalo con un poco de alcohol, del que tienes en el botiquín.
Una vez limpio y desinfectado añade en el envase la lavanda, puedes agregar la cantidad que quieras, dependiendo de lo concentrado que lo quieras, yo suelo llenar el envase. A continuación rellena el envase con el vinagre hasta llenarlo, pon un trozo de papel de horno en la abertura y cierra el envase. Agita enérgicamente para que la manzanilla se impregne bien. El papel de horno lo ponemos para que el vinagre no entre en contacto directo con la tapa, ya que podrían oxidarse mutuamente.
Ahora viene el momento de dejar que el tiempo haga su función y permita al vinagre absorber todas esas propiedades, déjalo en un armario macerar durante 30 días, durante este tiempo agítalo a menudo para ayudar al proceso.
Pasado el tiempo sólo tienes que colarlo y listo!!
